Debe haber sido un diestro el que inventó que la izquierda era siniestra.
El confort es muelle, cada vez más muelle; ablanda, aquieta, inmoviliza. Y si a pesar de todo te movés, es para ganar más plata, a fin de conseguir más confort.
No siento (al menos, todavía) esa locura que otros me han contado que sienten. Cosas como querer estar toda la vida junto a ella, o sentir una opresión en el pecho (al punto que a veces se parece al infarto) o venirle a uno incontenibles ganas de salir a caminar solo y bajo la luna, y si no hay luna bajo los semáforos.
1 comentario:
Que me lo digan a mí. Y nadie mejor que Don Mario, mi único rival en la Salud... ;)
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